Fui uno más de los jiennenses que
para la noche del 16 de enero se quedaron sin dorsal . Asumí mi circunstancia y
lejos de amargarme por no correr la San Antón preferí disfrutar plenamente de
todo cuanto alrededor se originó durante esos cuatro días. Que no fue poco. Y
disfruté de la eclosión de una cita de nuestro calendario que debe ir a más.
Celebro que haya voces que reclamen, por lo
menos, replantear la Noche de San Antón y concentrarla en torno a un sábado
para que de esa forma nuestra ciudad gane en positivismo. Colectivos y
voluntades que se unen en una misma dirección y demuestran actitud.
Similar, prácticamente, a lo vivido el pasado
sábado por la mañana. Tras la espantosa imagen de un ataúd ascendiendo en
dirección a la Plaza de Santa María, la alegre y enérgica comitiva de quienes
aquí sienten la necesidad de expresarse a través de su arte, mostrar su talento
y compartirlo, pero se topan con la frustración de los límites y limitaciones
con que cuenta Jaén a nivel cultural.
De todo ello extraigo la conclusión, o quizás
presentimiento, de producirse un cierto despertar jiennense. Dejar atrás ese
lastre que siempre tuvo la sociedad de Jaén que se traduce en hacer como Don
Tancredo, y ante los problemas o decisiones que a todos afectan no movernos de
nuestro sitio y dejar pasar de lado, sin ni siquiera esquivar, golpes durísimos
que todavía hoy nos duelen ya sea en forma de un tranvía que no circula o un
parque acuático saqueado que no llegó a abrir sus puertas.
Dicen que las comparaciones son odiosas, y yo
en estos últimos días no he parado de acordarme de Burgos y su espíritu de
Gamonal: cuando un barrio entero se echó a la calle para luchar por sus
intereses. Eso aquí, en una ciudad cuyos habitantes nunca fuimos combativos, es
impensable.
Pero
francamente, tanto la puesta en marcha de una Plataforma a favor de un cambio
en la Noche de San Antón, como el
Movimiento Abierto por la Cultura son sólo dos muestras de un tiempo que quizás
se abre nuevo para Jaén. Donde los jiennenses toman conciencia de lo que
quieren, lo pretenden pelear con ingenio, talento y diálogo.Y a lo mejor con el
paso de unos años nos encontramos con una ciudadanía despierta y un Jaén,
sin duda, mejor.
Publicado hoy en el Diario Viva Jaén