jueves, 28 de mayo de 2015

Retratando secretos



Ser crítico de cine en una ciudad que ha ido perdiendo paulatinamente las salas de su casco urbano, hasta postergarlo allí donde uno debe llegar por sus propios medios, tiene su mérito. Sobre todo teniendo en cuenta que muchos títulos de éxito en su debido tiempo y forma, ni siguiera llegan y hay que plantearse ir a Granada a ver cine.

  Días atrás el patio del Palacio del Condestable Iranzo acogía la entrega de los Premios de la Mesa de Juventud y entre ellos, Rafa Rus, por su programa “Onda Corta”. Una forma, entiendo, de matar el gusanillo en torno al séptimo arte a través del cortometraje, impulsando el talento de aquellos que con poquitos medios pretenden hacer cine adaptado a las limitaciones económicas y sobre todo, al metraje.

  De eso Rafa también sabe un rato. Sirviéndose de una cámara y poquito más, en los últimos años viene haciendo algo tan placentero para nosotros como es darnos a conocer la historia de la ciudad en la que vivimos a través del testimonio de jiennenses que mucho tienen que decir.

  Algunos son personajes de sobra conocidos. Otros, son vecinos de nuestro día  a día, casi anónimos pero con una historia – curiosa, entrañable o impresionante- que muchos ni imaginan. Forman parte del pasado, el presente y el futuro de un Jaén que no conocemos y que Rafa ha sabido retratar porque se conoce, bastante  bien, los recovecos y la intrahistoria de Jaén. Que un programa suyo se llame “Criados cuesta arriba”, no sólo no me sorprende, sino que me encanta.

  Periodismo de andar por casa. Dicho sea literalmente y no de forma despectiva, pues ha hecho de su salón el lugar idóneo para desentrañar los secretos y las emociones de algunos de los rostros más populares de esta ciudad en su nuevo programa “De lagartos y lagartijas”. Una forma de ver y entender Jaén a través del ritmo pausado de la conversación agradable, consiguiendo que cada uno de sus invitados  se sinceren.


Un premio siempre gusta. El del otro día no es el primero que recibe y su emoción al recogerlo, tan humana, tan transparente, acabó por contagiarse en todos los que le conocemos y seguimos el trabajo, impagable, que está haciendo por dar a conocer la historia de Jaén a través de aquellos que la protagonizan.


Publicado hoy en el Diario Viva Jaén

jueves, 21 de mayo de 2015

Cada uno con su causa



Aprovechando que había venido expresamente desde Londres a votar para las municipales, mi amigo Luis me sugirió buscar algún sitio donde cenar una pipirrana. Y lo encontramos en pleno centro de Jaén.

  Mientras la noche iba avanzando y él especialmente disfrutaba de aquello que en Inglaterra se le resistía, veíamos ir y venir a miembros de las dos principales fuerzas políticas. Un goteo constante, y sus caras, el reflejo de un resultado que estaba por venir pero que podíamos vaticinar según el semblante que traían. Fuimos testigos de algo ciertamente curioso que nos pilló en plena calle y  que gracias a Twitter íbamos siguiendo a tiempo real de forma más o menos fidedigna.

 De aquello han pasado ya cuatro años y mucho ha cambiado el panorama político de esta ciudad. Los grandes partidos siguen ahí y se debaten, a priori, el poder. Otros también continúan, pero a ellos se suman nuevas formaciones, opciones y posibilidades de hacer política que sin duda son el termómetro que nos hace ver que, efectivamente, en cuatro años las cosas han cambiado.

  Hago una radiografía a las listas de los diferentes partidos políticos que aspiran a gobernar el edificio de la Plaza de Santa María y me llega la sorpresa cuando me voy encontrando bastantes nombres conocidos en varios de esos partidos. Algunos son amigos de mi día a día, otros simplemente conocidos. Sé que algunos si llevan un tiempo recorrido en los caminos de la política, otros acaban de aterrizar y me cuesta entender cómo han llegado hasta ahí. Entre ellos conozco a quienes  son conscientes que se adhieren a una causa que cuadra con su forma de ser y pensar a sabiendas que no van a conseguir prácticamente nada porque ni tienen infraestructura ni medios para hacer llegar su mensaje a todos los ciudadanos.

  Y en estos días de campaña, igual que ustedes, he presenciado esa ilusión y compromiso de aquellos que militan en partidos, minoritarios, modestos o menos conocidos. Te cuentan sus ideas, sus proyectos, y sobre todo su descontento con el panorama político actual. Cada uno te confiesa la causa que les ha llevado a afiliarse a formaciones tan opuestas como el Partido Andalucista o Vox, por citar dos de los casos que mejor he podido conocer, de la mano de Antonio Luis Gómez en uno, y Javier Guillén en otro.


 Son dos ejemplos. Sólo dos, de la avalancha de gente nueva que el domingo vivirá con intensidad la jornada electoral por ser partícipe de ella. De quienes han querido dar un paso para tratar de cambiar las cosas en esta ciudad de forma activa y no quejándose desde la barra de un bar. Las urnas dictaminarán, cuatro años después, el Jaén que nos espera inmersos en un ambiente político plural, diverso y revuelto.

Publicado hoy en el Diario Viva Jaén

domingo, 10 de mayo de 2015

Un regreso diferente


Avanzábamos sin prisas por la Calle Maestra hasta desembocar en la Plaza de Santa María y allí la majestuosidad de nuestra Catedral le sorprendió. Detuvo sus pasos por unos instantes para despaciosamente contemplar la obra de Andrés de Vandelvira.
  • ¡Qué maravilla!, exclamó.
Jaén le gustaba. Y a Jaén la lleva muy dentro porque nuestra tierra siempre ha sido especial para él gracias a su tío Sancho. Aquella noche nos lo manifestó recordando historias y anécdotas como la de aquel perro salchicha que un par de días antes había perdido y que unos cuantos años atrás se había comprado en una tienda de mascotas de nuestra ciudad.

 O sorprendentemente la mañana que compartió entrenamiento - para distraer los miedos- en el antiguo estadio de La Victoria con aquel Real Jaén que entrenó Pedro Braojos y que le ganó al Sevilla, al Atleti y desbancó al Betis de la Copa del Rey en una noche histórica que yo no olvido. El equipo jiennense le caía simpático.

 Pero sobre todo, nos emocionamos recordando la tarde de los Guardiola. En la última Feria de San Lucas de los noventa, bajo un aguacero descomunal, compartiendo cartel con el murciano Pepín Jiménez y nuestro paisano Juan Carlos García. Quienes allí estuvimos esa tarde, difícilmente lo olvidaremos. Porque fue un auténtico milagro lograr torear aquellos torazos sin banderillear en medio de esas durísimas circunstancias, con el barro por las rodillas y la plaza convertida en un pantano. Sencillamente épico.

 Hace unos días reapareció. El suyo, un regreso diferente. Al cabo de nueve temporadas volvió a hacer el paseíllo. Sólo por un día, y sin aliviarse. Volvía para medirse frente a dos toros de la familia para conmemorar los setenta y cinco años que el hierro de Miura se anunciaba en Sevilla. Y como si no hubiera pasado el tiempo, junto a él nuestros paisanos Joselito Rus con las banderillas y Agustín Navarro a caballo. Cuadrilla con sello jiennense.

 En medio de este tiempo que vivimos de caprichosas idas y venidas a los ruedos de diestros que ya tuvieron su momento, y que ahora buscan no se sabe muy bien qué, taponando puestos en los carteles de las ferias a toreros que la afición si quiere ver, su puntual actuación en Sevilla ha sido una demostración de raza y sobre todo respeto hacia una profesión que ama y con la que se siente profundamente comprometido.


 En la vuelta al ruedo, su sonrisa desprendía felicidad. Y de nuevo, sonando el pasodoble que lleva su nombre. El de un torero sevillano de apellidos ganaderos que tentando en el campo bravo de Jaén se hizo uno más de nosotros: Dávila Miura.




Publicado en el Diario Viva Jaén, el jueves 14 de mayo de 2015)