jueves, 25 de junio de 2015

La proeza


Se les ocurrió organizar una becerrada cuando vieron que después de muchos años había en Jaén cinco chicos con la capacidad suficiente como para torear en público, y otros tantos hasta superar la veintena que también querían aprender a torear. Removieron cielo y tierra, se buscaron la vida como pudieron y aunando recursos de aquí y de allá, lograron montar aquel festejo.

  El resultado nadie podía haberlo mínimamente imaginado: un domingo de septiembre más de ocho mil personas abarrotaban la plaza de toros de Jaén para presenciar un festejo de promoción. El resultado artístico fue rotundo, y el impacto social mayor aún.

  Casi un año después repetían la aventura de organizar un festejo para dar a conocer la cantera taurina de Jaén. Volvieron a conseguir un éxito muy sonado, en una noche inolvidable donde cuatro de sus actuantes llegaron a salir a hombros.

  El próximo sábado 4 de julio ofrecerán un festejo de promoción, una clase práctica con entrada totalmente gratuita. ¿Y saben qué? Que tanto ahora como entonces conseguir sacar adelante ese festejo se convierte en una absoluta proeza.

  Un festejo taurino que sale adelante por la ayuda y colaboración de muchas entidades privadas, empresas particulares, que ofrecen a la Escuela su ayuda. Cuatro jóvenes jiennenses harán el paseíllo gracias a la buena voluntad de muchas personas que los han respaldado para que puedan hacer realidad sus sueños.

  La Escuela Taurina de Jaén subsiste y se mantiene por la ilusión de los niños que sueñan con ser toreros. No recibe subvenciones, ni ayudas económicas astronómicas, pero hace lo posible por dar la oportunidad a la cantera taurina de esta tierra, que existe aunque en la realidad social de Jaén parece como si fuera invisible.

 Curro Castillo, de la capital, Odei Ruiz, de Jimena, Juan Melchor, de Vilches y Antonio Luis Fernández de Pegalajar harán el paseíllo junto a la cordobesa Rocío Romero, que tanta expectación viene levantando. Los novillos, serán de la ganadería jiennense de Moragón.


 Festejo popular con entrada gratuita. Si la Escuela Taurina consigue otra vez meter en la plaza de toros más de seis mil personas, de nuevo habrá logrado una proeza. Y todo ello sin apenas ayudas,pero con mucho esfuerzo, imaginación, sacrificio y lo más importante de todo: afición.


Publicado hoy en el Diario Viva Jaén

martes, 23 de junio de 2015

Gijoneando

Hace diez años estuve en Oviedo  y quedé prendado de Asturias. Tenía ganas de regresar y Gijón era uno de esos destinos que en mi imaginario tenía anotado como pendiente para una visita futura.

  La Trimestral de CEAJ me dio la posibilidad de volver a Asturias. Nuestros amigos de AJA Gijón recogían nuestro testigo y tras nuestra histórica –no precisamente porque lo diga yo- Trimestral, les tocaba a ellos ser la sede.

 Partí el viaje de ida en dos, parando en Madrid el jueves por la noche para quedarme a dormir en casa de mi tía Sylvia. Al salir del metro y antes de llegar a casa me ocurrió una cosa que a nadie le deseo: encontrarse todas las escaleras mecánicas del metro paralizadas. Entiendo que por desconocimiento o por no fijarme, no me dí cuenta si algún cartel advertía de esa parálisis. Pero fuera por lo que fuera, tuve que subir, doscientos, o trescientos o cuatrocientos escalones cargando con mi maleta hasta poder salir a la calle. O dicho de otro modo, me subí a pie las cuatro plantas del metro de Guzmán El Bueno.

 La mañana del viernes de camino a Gijón, me acordé del abogado jiennense Diego Rojano, que en su juventud estudió parte de su carrera en Oviedo. En su tiempo, y en otras circunstancias los viajes en tren desde Jaén hasta Asturias deberían ser…interminables. Y aprovechando que viajaba por tierras asturianas me leí el libro “De toros”, de aquel personaje impresionante que tuvo que ser Julián Cañedo: abogado, aficionado práctico que llegó a torear en Madrid y alternó con las figuras de su época, amigo íntimo de artistas ilustres de entonces como Sebastián Miranda o Pérez de Ayala…y ovetense.  Cuesta imaginarse a un asturiano en los ruedos y menos en aquellos años. En Oviedo aún se le recuerda y hasta una calle lleva su nombre, pero francamente creo que se desconoce mucho a un personaje irrepetible.


 Llegué a Gijón y nada más poner un pie en su estación de tren noté que ya estaba en Asturias, simple y llanamente porque había quizás diez grados menos de temperatura respecto a lo que dejé en Jaén el día anterior. Me pelé de frío al llegar.

Quise ir andando - maleta a cuestas- hasta el hotel, tomé la dirección equivocada y casi sin darme cuenta acabé en lo alto de un puente. Rectifiqué, deshice el camino andado y prácticamente una hora después conseguí dar con el hotel. Eso sí, por mí cuenta ya me había pateado medio Gijón.

 Y sucedió lo que siempre pasa en cada Trimestral. Te encuentras casualmente a uno, luego a otro, después a varios y poco a poco vas reencontrándote con todos los amigos que venidos desde todos los rincones de España cada tres meses nos vemos gracias a CEAJ.
 A Mariano y Antonio los tenía impacientes esperándome en la playa de San Lorenzo. Y junto a ellos, a bastantes compañeros desesperados con ganas de irse a comer. A Mariano y Antonio les debo en gran parte mi presencia en Gijón. Han insistido hasta la saciedad en contar con mi presencia allí. Ellos son los de Cáceres, aquel dúo que llegó a León sin conocer a nadie y desde entonces todo el mundo los conoce.


Marcos Municio y Mariano Mariño, de AJA Cáceres

 Gijón me ha parecido una ciudad impresionante y he procurado disfrutarla ampliamente. Me he quedado con la espinita clavada de no haberme podido acerca a la Plaza de Toros de "El Bibio" (justo el día antes se presentaron los carteles de la Feria de Begoña, homenajeando a Ponce por sus 25 años y el Pregón Taurino a cargo de Agustín Díaz Yanes)...y lo compensé visitando una taberna llamada "El Albero", que a su vez resultó ser la sede de la Peña Juan del Álamo.


El Molinón

 Los compañeros de AJA Gijón nos han abierto su corazón y su ciudad. Se han volcado con nosotros y han demostrado más que nunca lo que más le caracteriza: su sencillez y su humanidad. Gracias Luis, Luis Carlos, Erika, Raquel y demás compañeros.

 Y en septiembre, a Ceuta. A uno le tira la tierra y en Gijón ejercí de caballa junto a Lucía, presentando la Trimestral que más ilusión me hace.

 Por cierto, hice algo que nunca antes hacía hecho en una Trimestral: echarme las zapatillas y salir a correr. Pero también hice algo que no había hecho nunca tampoco: grabarme en video corriendo. Bueno, y viajando, y con los amigos...Aquí el resultado (al margen de la calidad)

Una carrerita por la playa de San Lorenzo

















  

jueves, 18 de junio de 2015

Resurge el bolero


Que en Jaén con apenas una semana de diferencia se programen dos festivales de música en torno al bolero y la música hispanoamericana no es precisamente una casualidad. Si la pasada semana fue “Charanda” quien un año más sacó adelante su ya clásica cita, el próximo sábado serán “Amaranto” y “Vientos del Sur” quienes se suban al escenario del Teatro Infanta Leonor para rendir homenaje al músico argentino Roberto Palmer, miembro que fuera del conjunto argentino “Cantores de Quilla Huasi”.

  En ambos casos, una causa benéfica y solidaria se añade a cada convocatoria, convirtiendo estos conciertos en algo más que una cita con una música que en Jaén tiene su público, su tirón y también su explicación.

  Es irremediable recordar a Tiahuanaco y la Muestra de Música Latinoamericana, tristemente desaparecida. Precursores en el género y valedores de toda esa música en Jaén desde hace casi cuarenta años.

  Estos dos festivales que ahora se programan mantienen vivo, sin duda, al público fiel que tiene la música del otro lado atlántico y vienen a reflejar en cierto modo el auge de los grupos que si bien están formados por músicos aficionados, ofrecen calidad sobre los escenarios y una cuidada puesta en escena apostando por la música de Latinoamérica.

  Esto es una realidad y si miramos más allá de la frontera de nuestra provincia nos encontraremos con la agradable sorpresa de cómo se han incrementado en los últimos años grupos como estos. Entre Almería y Granada “Jarapa”, “Maguey” y “Charanda”. En Córdoba “Capachos” y “Los Medicinantes”. “La Trova del Llano” en Albacete, “Furriones” en Extremadura o “Vuelta Abajo” en Asturias son claro ejemplo de ello.

 Mención aparte merece el extraordinario caso de “Café Quijano”, quienes después de haberse convertido en uno de los grupos referentes del pop y rock en España, se han reinventado ante el público para ofrecerse cómo realmente ellos querían ser. Con un lenguaje actual y un sonido nada artificioso han sido capaces de reintroducir el bolero de nuevo en nuestro día a día, haciendo que en las listas de éxitos los boleros tengan su sitio junto a la música comercial pura y dura. A eso se le llama talento y no sorprende a poco que uno ponga un pie “La Lola” el local que regenta el padre de los hermanos Quijano en una bocacalle de la famosa calle Ancha de León y conozca la esencia de la música del trío leonés.


No sería descabellado pensar en unificar criterios, voluntades y estilos para programar desde Jaén un magno festival en torno a esta música que fuera referente a nivel nacional. Yo, desde aquí lanzo el guante a quien quiera recogerlo, porque visto está que sobran los motivos para planteárselo. 


Publicado hoy en el Diario Viva Jaén

viernes, 5 de junio de 2015

Recomendable lectura


Tengo la sana costumbre de llevarme un ejemplar de la revista literaria "Mercurio" cada vez que acudo a la Biblioteca Municipal de Jaén. Revista de distribución gratuita dedicada al fomento de la lectura.

 En su número del pasado mes de mayo me llevé la gratísima sorpresa de ver que se dedicaba gran parte de la misma a la Tauromaquia y su relación con el mundo literario.

 Una visión amplia, plural y acertada.Rotunda y sin complejos. Destaco especialmente el sitio que entre sus hojas se le brinda al periodismo taurino. 

 Recomiendo unos minutos a su lectura. Sobre todo a quienes sigan negando la dimensión cultural de la Fiesta.


jueves, 4 de junio de 2015

Palmas y pitos


Andaba el personal buscando acomodo, almohadilla en ristre, entre los tendidos de la plaza cuando repentinamente una espontánea ovación se hacía presente sobre una de las barreras de sombra.Se acrecentaba poco a poco y todos los ojos reconocieron a S.M el Rey Felipe VI flanqueado por Dávila Miura. Era la primera de abono de la feria de San Isidro.

 De forma respetuosa, los aficionados brindaban un caluroso recibimiento en Las Ventas al rey de todos los españoles previo al inicio del maratón taurino de la primera plaza del mundo. Nada de extraño, lo normal. O al menos así debería ser.

 Todo lo contrario a lo que sucediera el pasado sábado en el Camp Nou, de lo que la mayoría de ustedes a estas alturas tienen sobrado conocimiento, como fue la descomunal pitada al himno de España poco antes de iniciarse la final de la copa del Rey de fútbol. Auténtica apología de la incroguencia.

Porque es un verdadero sinsentido que disputen una competición dos equipos así, visto lo visto. Lo deportivo en este caso queda en un segundo plano,  ensuciado y se antepone un cierto sentimiento político que debería situarse en las antípodas de lo que debe ser el deporte. Pero no es así, con el fútbol como excusa, el espectáculo ofrecido el pasado sábado fue bochornoso.

Fotografías de agencia ponen al descubierto la premeditación y alevosía de lo ocurrido. Perfectamente orquestado por el independentismo que se sirve del fútbol para propagar y dimensionar su discurso, pero a que al mismo tiempo no hace ascos a disputar un partidito y de paso llevarse un trofeo más a la vitrina. Curioso. Silbatos a cascoporro para silenciar el himno de España, con la complacencia del Presidente Mas, sin disimular su satisfacción prácticamente a boca llena al lado del Rey, que dicho sea de paso, no hubiera pasado nada si ante semejante percal hubiera abortado automáticamente semejante esperpento.

 Triste ha sido ver como el muro de Facebook de muchos seguidores del Barça en estos días se ha transformado en auténtico muro de lamentaciones. Ver que admiras a un conjunto que en lo deportivo alcanza cotas estratosféricas, pero que al mismo tiempo un sentimiento de desapego y odio hacia tu país – que por supuesto todavía es el suyo- merodea en el ambiente.

Esto en cualquier país serio no pasaría. Pero aquí, se consiente. Y no pasa nada.


Publicado hoy en el Diario Viva Jaén
Foto: las-ventas.com