miércoles, 9 de septiembre de 2015

Parece que fue ayer


Me había examinado de Derecho Penal a primerísima hora de la mañana y casi sin solución de continuidad, me dí un tiempo al terminar y al poco ya estaba estudiando el examen de Derecho Civil que tenía al día siguiente.

  Al mediodía, me fui andando hasta el MacDonalds que hay junto al Pryca. Campo a través, como tantas otras veces habíamos hecho. Pero ese día me fui sólo porque a esa hora estaba yo sólo.

 Atravesé todo el campo mientras iba oyendo aquel programa de toros que aquellos días había en la desaparecida Punto Radio Jaén. Esa tarde había toros en Andújar y yo iba oyendo cómo se presentaba la tarde y cómo había transcurrido la anterior.

 La tarde iba haciendo mella en mí. El desgaste, desde la noche anterior, era evidente y aún así me quedaba todavía mucho por delante con aquel atracón de exámenes que me esperaba en apenas cuarenta y ocho horas.

 Serían casi las 19:30 de la tarde y yo andaba ya pensando en subir. Una llamada de mi padre en torno a esa hora…

-         - ¿Qué te queda?
-       -   Me voy ya. Voy a acercarme a la Calle San Clemente a ver a los compañeros, qué tal va el ensayo y el equipo de sonido, les doy ánimos y me bajo para casa.
-       -   No. Vente inmediatamente que la abuela se está muriendo.

Aquellas palabras me reventaron. Pasé de tener la cabeza puesta en la actuación de mi grupo en el festival de música en la calle…a ver que mi abuela se me iba.

Y fue bajarme del coche de un amigo que me subió y justo un vecino directamente me dio el pésame. Sin haber llegado a casa todavía.

Hoy hace diez años que aquello pasó. Y lo recuerdo perfectamente porque aquello me marcó mucho. Parece que fue ayer.

  A mediados de agosto su salud se había resentido estando en Fuengirola. Aquello fue agravándose pero siempre que preguntaba me decían que estaba bien, normal o controlada. Nunca me lo pintaron tan oscuro. Por eso, tampoco la ví tanto en el Hospital cuando la trajeron a Jaén, si acaso dos o tres veces.

 Su pérdida, tan repentina para mí porque yo no lo esperaba, fue un mazazo y me afectó mucho.


 Hace unos días fuimos a llevarle flores allí donde descansa eternamente junto a mi abuelo. Hoy la recuerdo especialmente y no la olvido.


Foto: Inés Marín Weil

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