viernes, 28 de agosto de 2015

Hoy es 28


 


El recuerdo perdura y su leyenda se agiganta conforme los años se van sucediendo. Hoy en Linares serán seis noveles los que hagan el paseíllo y se detengan en las rayas del tercio para rendir tributo al héroe caído sesenta y ocho años atrás sobre esa misma arena.

  Que sea un festejo menor el que se anuncie para el día de hoy ha hecho trinar a los aficionados de Linares. Por ser hoy el día del Patrón. Por ser hoy el día de la tragedia de "Islero" y "Manolete".


  Y como cada 28 de agosto, hoy inevitablemente me acuerdo de mi abuelo. Que aquella tarde estuvo allí, lo vivió en directo ejerciendo sus funciones como delegado gubernativo y cada vez que me lo contaba, se le entrecortaba la voz. Por eso, precisamente por eso, cada 28 de agosto al detenerse el paseíllo, yo me acordaba de él.


  Esta tarde no estaré en Linares, por circunstancias. Pero yo me acordaré igualmente. Esta fecha siempre tiene un significado especial y para mí, por partida doble.
¡Gloria a Manolete!



martes, 25 de agosto de 2015

Una muleta en el Gran Eje



De esto que vas corriendo por Jaén. Por García Rebull - bueno, ahora calle Sefarad según moderneces- coges velocidad al paso por la ortopedia del padre de Lorena. Te dejas caer por la cuesta con la precaución de no estamparte contra el kiosko de prensa,y de nuevo retomas velocidad al doblar la esquina de lo que siempre fue Ivarte.

  El mp3 es caprichoso. Suelta música de forma desordenada. En tus oídos suena "Domingo Ortega" después haber escuchado una canción de"Tabletom". Lo dicho: no hay criterio. Lo mismo un pasodoble que rock malagueño legendario.

   Pasas por Cash Converter y miras de reojo. Un vistazo rápido a lo que hay, pero sin pararte. ¿Sin pararte? En esta ocasión te quedas más quieto que Don Tancredo con lo que crees que has visto y no te queda más remedio que asegurarte a tí mismo que sí, que efectivamente, en el escaparate hay una muleta. ¡Y la venden!

    Entonces el pasodoble que recuerda al "Paleto de Borox" y que en ese momento andas escuchando, cobra sentido automáticamente. Te fijas en el precio, y sin más reanudas tu camino porque hoy corres a contrarreloj ya que has quedado con una amiga...a la que no puedes ni debes hacer esperar.

   Sigues corriendo, y lo haces con la curiosidad comiéndote por dentro. No se te pasa por la cabeza comprar una muleta más. No te hace falta porque para lo que tú toreas en el campo, con lo que tienes andas sobrado. Pero te haces preguntas a tí mismo y acabas pareciéndote a esos personajes de los programas de José Mota.

- Va a ser que no. Pero ...¿Y si sí?

¿Y si la muleta es buena? ¿Y si merece la pena? Entonces no te lo piensas y te vas para allá. Por si te llevas una sorpresa y en el forro de la muleta te encuentras que pone "Espartaco", "Litri", Julio Robles....o "Porritas de Almendralejo" a lo mejor.

Te plantas allí, y preguntas. Sacan la muleta del escaparate, donde por cierto está colocada de cualquier forma y eso te daña la vista profundamente. Porque a tí te han enseñado que los trastos se doblan, se colocan y se tratan en condiciones.

Las manos se te ensucian porque su anterior propietario no se afanó lo más mínimo en limpiar la muleta y quitarle la mugre. Compruebas que de tanto pinchar el ayuda, la muleta tiene más agujeros que un queso Gruyere y la dependienta se queda a cuadros cuando le dices que quieres ver de quién es la muleta mirando el interior del forro.

No vale nada. Y puestos a ser sinceros, lo único que merece la pena de la muleta es el estaquillador. Así que te vas por donde has venido porque comienza la primera de abono de las Corridas Generales de Bilbao, y allí dejas la muleta. Para quien la quiera.


jueves, 20 de agosto de 2015

Cagancho. Leyenda del rejoneo



Quiero recordar que fue una televisada en directo por TVE desde la Plaza de Toros Campo Pequenho. Sí, una corrida de rejones televisada desde Portugal a través de la televisión pública española, por extraño que ahora pueda aparecer.

  En aquella nocturna lisboeta compartían cartel Fermín Bohórquez y Hermoso de Mendoza con los hermanos Ribeiro Telles. Una corrida hispano lusa con sus "cortesías" en el paseíllo, sus grupos de forçados y todo lo que tiene de distinto la tauromaquia portuguesa.

 Debo estar hablando probablemente del mes de julio de 1995. A Bohórquez ya lo había visto torear en la plaza en varias ocasiones, pero a mis escasos once años de entonces Pablo Hermoso de Mendoza me resultaba un absoluto desconocido más allá de sus fotos en la revista Aplausos.

  Llegó el turno del navarro y en un momento de su actuación hizo su entrada en el ruedo un caballo negro que llevaba por nombre el de aquel torero gitano que pegó un petardo clamoroso en la Plaza de Toros de Almagro: "Cagancho".  Las imágenes de ese caballo aquella noche, haciendo en la cara del toro movimientos imposibles, me impactaron.

 Tuve la suerte de ver a "Cagancho" varias veces: en Jaén, Andújar y Úbeda. No más. Era un caballo mágico, con unas condiciones y una personalidad que lo hacían sobresalir en los ruedos y levantar al público.

 Hoy conozco la triste noticia de su desaparición, y casualidades de la vida, justo un día antes me hacía - por fín- con la reciente autobiografía de Pablo Hermoso de Mendoza "El corazón de los caballos". Un libro que hoy, un día después de la muerte de "Cagancho", se me presenta entre idóneo y placentero para recordar a un caballo histórico en el rejoneo cuya historia tiene un origen curioso.

  Cierto es que hay yeguas y caballos que perduran en el recuerdo de los aficionados: "Espléndida" de D.Álvaro Domecq, "Cotufa" de Josechu Pérez de Mendoza o "Ferrolho" de Joao Moura, pero tan recordados como lo es y lo será "Cagancho" seguramente no. Un caballo indispensable para conocer el rejoneo actual, ya que revolucionó el arte de torear a caballo.

 Y cómo sería el caballo que en su retirada de los ruedos, en México llegó a aparecer en el estudio de los informativos de la principal televisión mexicana.

Sabemos lo mucho que ha conseguido Pablo Hermoso de Mendoza en el toreo a caballo, llegando a alcanzar la cima. Pero al rejoneador navarro lo recordaremos siempre por sus muletazos a caballo, sus quiebros imposibles y sobre todo sus galopes de costado a lomos de un caballo que él rescató de Portugal, por el que apostó fuertemente y con el que alcanzó la gloria en los ruedos. "Cagancho", un caballo legendario.

Foto: Diario de Navarra


miércoles, 19 de agosto de 2015

Entre la claridad en el mensaje y la capacidad de convicción






Conocí la noticia hace ahora una semana en las páginas que Diario Jaén dedica a la información provincial. La fotografía de un trío de jóvenes – comunistas- sonrientes y bien pertrechados de la simbología de su ideología, acompañaba a un texto cuyo titular sólo me daba pie a pensar: “otros que se suman al carro y se confunden”.

 Ha pasado una semana, y desde el pasado sábado no hay un sólo día en que no reciba un video a través de whatsapp con la pieza que la televisión comarcal 9La Loma dedicó en sus informativos a lo que supuestamente sería una rueda de prensa. Un video viral, que suele decirse ahora. Podría parecer el sketch de un programa de José Mota, donde todo lo bruto se exagera. Pero no, el video es tan real y tan cierto como que hay un tío en Úbeda que cree que para la Feria de San Miguel hay necesidades más urgentes que dar toros y no duda en convocar a los medios para hacerlo saber.

 Con una bandera republicana de fondo, y remarcando su condición de comunista, este tipo lo tiene claro. Y dice lo que piensa. O más bien lo intenta. O quizás tenemos nosotros que hacer un cierto esfuerzo por tratar de entender lo qué dice por el desorden con que se expresa y el gazpacho verbal que se hace a sí mismo, aunque él se queda tan ancho después de lanzar su declaración de intenciones. Un fenómeno de la oratoria el tío.

 No obstante sería interesante, por su propio bien y por el del colectivo al que representa que tuviera a bien aplicarse y profundizar en el arte de hablar en público, sobre todo si aspira a tener un mínimo de credibilidad y convicción. Y también, sería recomendable que si lo taurino no encaja con sus gustos, su forma de ser y de pensar, y sobre todo lo ven contrario a la ideología que los define, tenga a bien tanto él como los suyos curiosear un poco en torno a la historia de la Tauromaquia. No hace falta empollarse todos los tomos de “El Cossío”. Con teclear un poco en Google es suficiente.

Azulejo conmemorativo del cartel inaugural de la Plaza de Las Ventas
 Y así, podrá descubrir – tanto él como los suyos- que esa misma bandera tricolor figura en el cartel de la inauguración de la Plaza de Toros de Las Ventas. Justo en su puerta grande, la misma que su paisano Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda” cruzase en bastantes ocasiones para orgullo de sus paisanos.

 Y si sienten curiosidad por conocer el periplo del Ché Guevara en nuestro país descubrirán al revolucionario pisando el ruedo de la desaparecida Plaza de Toros de Vista Alegre (Carabanchel) en Madrid e igualmente en la mísmisima barrera de la Plaza de Las Ventas en un viaje posterior.
Y ya rizando el rizo, podrán incluso descubrir que en el pasado se celebraron festejos taurinos a beneficio del Partido Comunista.
El Ché Guevara en la barrera de la Plaza de Las Ventas
El fotógrafo Canito llegó a torear un festejo a beneficio del Partido Comunista

 Pero claro, para eso hay que tener un mínimo de voluntad por aprender y una mentalidad abierta. Más fácil resulta atacar a la Fiesta de los Toros de forma simplona y gratuita. La misma facilidad con la que se puede llegar a hacer el ridículo y que toda España lo vea.


 Triste que una vez más nuestra provincia protagonice otra historia esperpéntica que proyecta una imagen cateta de los jiennenses. Lo siento por Úbeda y me duele porque todo esto viene a colación de su Feria Taurina de San Miguel. Aquella precisamente cuyo Pregón Taurino tuve el honor de pronunciar hace muy pocos años. Mis palabras entonces no tuvieron tanta repercusión como las de este joven...pero al menos me dirigí a los presentes desde la coherencia y el respeto. Y se me entendió con claridad.

martes, 18 de agosto de 2015

El triunfo de la excepción



















Lo conseguido por el Athletic de Bilbao me reconcilia con el fútbol como deporte. Acostumbrados a ver el anuncio de fichajes pagados con cantidades estratosféricas para traer a futbolistas de nombres y apellidos impronunciables, y procedencia transpirenaica o trasnoceánica, y traducir todo en cifras, cifras y cifras económicas...uno no termina de saber donde acaba el límite de lo deportivo y comienza el poder del negocio.

 Por eso, el triunfo del Athletic me alegra. Porque se consigue siendo fieles a sus orígenes y espíritu: sólo futbolistas de la geografía vasca. Sea terrestre o humana. La cantera. Los de Vizcaya y provincias limítrofes. Un caso único en la élite del fútbol. Una rareza. Una excepción con más de cien años de fútbol a cuestas sin descender de categoría.

 Y me alegro por todos mis amigos vascos, pero más aún por Juanma, Manu Cózar o Chus. Aquellos que en tierras del Santo Reino sienten los colores rojiblancos de San Mamés, quienes desde tiempo inmemorial tuvieron que explicar el por qué eran seguidores de ese equipo y que ahora en la soledad del salón de su casa el fútbol les premia con la satisfacción de ver triunfar con toda justicia a su Athelic.

domingo, 16 de agosto de 2015

Releyendo a Bergamín

Bergamín junto a Rafael Alberti en Las Ventas

En estos días de playerío y piscineo que son las vacaciones, pero también días de ataque y confusión, odio obsesivo y enfermizo hacia lo taurino y los taurinos me ha dado por volver a leer algunos de los libros que tengo de José Bergamín.
 La misma tarde en que tomé inicio de estos días de descanso llené la mochila de libros. Muchos, y el único criterio que tuve no fue otro que el poco espacio que ocupaban en la maleta por ser libros no muy extensos de contenidos.
 Y así, al borde de la piscina, y con el mar de fondo, he vuelto a leer dos libros que ya leí en su día: "La claridad del toreo" y "El arte de Birlibirloque".
 Justo esta semana, firma una columna de opinión en 6 Toros 6 el escritor vizcaíno Antonio Fernández Casado, reivindicando su figura y obra, poniéndola en valor en estos días en que se mezclan de forma absurda ideologías y posicionamientos políticos frente a la Fiesta de los Toros. Como si ser aficionado a los toros fuera incompatible con ser profundamente de izquierdas...


Ensayo, reflexiones, poesía...de esto último rescato unos versos suyos que fueron musicados en su día de forma magistral por Enrique Morente: "Tangos de la plaza". Versionados más recientemente por Manuel Lombo. Demostración, una vez más, que el toreo es fuente de inspiración. En este caso doblemente: literatura y música.







viernes, 14 de agosto de 2015

La Plaza de Las Virtudes

Incontables las veces que he intentado conocer esta Plaza tan emblemática. Pero nunca me resultó posible por unas circunstancias u otras cada vez que pasaba por estas tierras manchegas de Santa Cruz de Mudela.
  Y cuando menos lo esperaba pude saldar conmigo mismo esta tarea pendiente. "Sulimán" (otros muchos lo llaman Tonino) a media mañana del miércoles de la semana pasada me ponía en suerte la posibilidad de visitar la Plaza de Las Virtudes sin casi darme opción a una negativa. 
   Me conoce de sobra. En una ocasión volviendo de Madrid desvío el coche y se plantaron cinco compañeros míos - comandados por él- vestidos de tunos en las puertas de la Plaza nada más que para hacerse la foto. Y de paso me trajeron un queso manchego gracias a lo que quedaba del parche.
    No tenía nada que hacer esa tarde. Y no le podía decir que no.



A nosotros se unía en el coche y la visita, José Antonio Jiménez. Crítico taurino jerezano que ha recalado en nuestras tierras y ahora es compañero de trabajo de Sulimán. Edita el portal www.toreomania.com y durante mucho tiempo especialmente en radio, pero también en televisión, ha sido uno de los habituales de la prensa taurina "del rincón", como se suele decir.



La plaza, a un tiro de piedra de la provincia de Jaén, bien merece una visita. Historia, religión, aquitectura y tauromaquia se fusionan en un mismo recinto.
 Son muchos los interrogantes que a uno le surgen si mira con detenimiento cada rincón de la plaza, habituados como estamos a ver toros en plazas convencionales. La de Las Virtudes tiene un sabor diferente y nos demuestra que la Tauromaquia tiene una riqueza inabarcable y sorprendente a poco que tengamos un mínimo de voluntad de querer estudiarla y conocerla más profundamente.

En esta histórica y peculiar plaza toreó mi amigo Eduardo Ortega una novillada. Este dato se me vino a la mente precisamente al pisar su ruedo con total libertad.
  La plaza puede visitarse con facilidad y la entrada es gratuita. Para conocer más detalles de su historia y los rasgos que la caracterizan, lo más recomendable es dedicar unos minutos a ver este capítulo del programa "Ruedos con historia", dedicado a las plazas de toros que cuentan con una ermita.



miércoles, 12 de agosto de 2015

Yo iba a ver otro espectáculo

Desde que era un crío soy asiduo a la Plaza de Toros de Marbella, igual que lo fui de la de Puerto Banús. Entre ambos cosos he visto una ingente cantidad de festejos taurinos, de entre los que alguno incluso a pasado a la historia por memorable.

  El pasado domingo, ya felizmente de vacaciones, acudimos mi padre y yo a la plaza de Marbella a disfrutar de la que es nuestra afición. En este caso además se añadía el reclamo de un cartel con figuras, superior a otros que hemos podido presenciar en los últimos años.

  De ello daba cuenta la cola que me tuve que tragar para poder comprar las entradas. Entre italianos, rusos colorados como salmonetes, musulmanes y señoras con acento de todas partes de la península, aguardé bastantes minutos apretujado e impaciente porque el tiempo corría a contrarreloj para que sonara el toque de clarines y aparecieran los alguacilillos en la primera raya del tercio.

  Repentinamente surgió una breve bronca, pero no le dí mayor importancia porque supuse que quizás sería alguien que con las prisas trataría de colarse en lugar de respetar la fila de acceso al acceso a la plaza. Realmente no fue así: dos mujeres – dos rubias- sostenían sendos carteles en contra de la Fiesta en las escalerillas de los exteriores de la plaza. Eran solamente dos, entre una multitud de personas a punto de asistir a la corrida. Cantidad simbólica y a priori insignificante.
Solamente dos


  Y efectivamente, se notó que el cartel tenía tirón y en los tendidos hubo mucho más público que en bastantes carteles de los que se han programado en las últimas temporadas en Marbella. Eso taurinamente para Marbella es fundamental, porque tristemente el Ayuntamiento ha dado la espalda a los toros y el movimiento anti ha cobrado fuerza allí.

  La corrida fue desarrollándose con bastante interés, y justo cuando el tercero estaba a punto de doblar después de la faena de Talavante dos individuos saltaron desde el tendido 6 para hacerse presentes en el ruedo. La historia a estas alturas ya es por todos conocida.

  Por desgracia es la segunda vez en mi vida que pago una entrada de toros para que un holandés reviente el festejo que estoy presenciando. Me ocurrió en Mérida, en la encerrona de Talavante y me ha vuelto a suceder en Marbella, sólo que por partida doble ya que iba con su compinche.

  Ese mismo día precisamente en el diario El Mundo, en la página de toros Juan Diego Madueño firmaba una pieza donde se desgranaba al elemento (paso de citar su nombre por no darle publicidad gratuita), su modus operandi y su trayectoria en los ruedos. Un gachón que en lo que llevamos de año lleva ya más paseíllos vistos que yo.

  Cómo tres días antes ya hizo lo mismo en la plaza de Palma de Mallorca y a Morante, la cuadrilla de este último no se lo pensó dos veces y corrió a por ellos. Trincaron a ambos y no hubo compasión con uno de ellos. Esa no es la imagen que yo quiero ver de un hombre con un traje de luces, pero sinceramente lo entiendo porque no es la primera vez que esto pasa y es evidente que a un tío que se tira al ruedo a montar el número, no lo van a recibir precisamente con besos y caricias y menos cuando estás saboteando lo que para algunas personas es su modo de vida y el pan de su familia.

  Dice el Reglamento Taurino Andaluz que si un espectador se arroja al ruedo con la presencia del animal deberán ser las cuadrillas quienes lo retiren. Esto tiene una interpretación, pues ese artículo (similar en el resto de reglamentos) está previsto para los espontáneos que tradicionalmente saltaban al ruedo buscando dar un muletazo a un toro para reivindicarse en busca de una oportunidad en el toreo y por motivos evidentes, al ser las cuadrillas los únicos partícipes en la lidia son quienes están cualificados para retirar con precisión a una persona de la cara del toro.

  Esto que sucedió en Marbella no tiene nada que ver. Sucedió cuando el toro doblaba y al ruedo salió la cuadrilla de Morante en los mismos términos en que lo hubieran hecho si se hubiera producido un percance. La presencia policial en el callejón era numerosa, con al menos trece agentes de policía nacional repartidos en tres burladeros, que en aquellas circunstancias perfectamente podían haber pisado el ruedo en su mayoría para tratar de reducir con efectividad y precisión a los dos sujetos que se arrojaron.

  Hace dos temporadas – creo recordar- en la misma plaza de Marbella un espectador saltó al callejón y de ahí al ruedo, acercándose al Cid y su cuadrilla en la vuelta al ruedo. No sé con qué intenciones, pero aparentemente el hombre iría algo bebido. En aquella ocasión la policía fue efectiva y quiero recordar que automáticamente pisó el ruedo.

  No entiendo, y así lo puse en Twitter, tanta presencia policial en el callejón si luego ante un lamentable incidente como este no actúan con rapidez y encima la autoridad carga contra las cuadrillas con dureza.

  Lo triste además, es saber que este suceso se repite por segunda vez en el mismo escenario pues hay que recordar que meses atrás ocurrió lo mismo con motivo de un festival benéfico. Que tiene cojones la cosa.

 La tensión se hizo presente en la tarde. Yo me sentí incómodo el resto del festejo por todo lo que presenciamos durante largos minutos y que en nada favorece al espectáculo, al toreo ni a la Plaza de Marbella.

 Y cuando parecía que todo se normalizaba y disfrutábamos de una faena realmente buena de Morante, al terminar una tanda e irse supuestamente a cambiar la espada, comenzó a gesticular de una forma que me costaba entender. Arrojó la muleta y haciendo señales al palco se retiró al callejón para no salir de ahí. Había decidido no matar al quinto como protesta.

 Lo que a muchos pueda parecer una genialidad, a mí me parece una absoluta falta de respeto especialmente al público, y luego ya a la autoridad.

 El torero podrá sentirse molesto y dolido en su interior. Podrá cabrearse, podrá enrabietarse, pero él ha sido contratado expresamente para dar muerte a dos toros, y hacer lo que hizo no era lo más acertado, sumado a los perjuicios que ello le ocasionó: de entrada perder la posibilidad de ser premiado tras una importante faena, y evidentemente ser propuesto para una sanción.

 Si soy sincero, salí de la plaza muy contrariado y con sensaciones confusas. Cuando una hora y media antes tomamos el coche para ir a la Plaza de Marbella a ver una corrida de toros no podíamos imaginar que presenciaríamos una cadena de despropósitos.   

 Mi afición se va a mantener tal cual, pero admito que me revienta profundamente que dos imbéciles nos falten el respeto a todos los que hacemos un esfuerzo por acudir a un espectáculo que es público y legal. Me revienta que en este país resulte tan sencillo atentar contra la Tauromaquia, y como jurista que soy, siento verdadera vergüenza por la impunidad y el libre albedrío con el que este tipo de sujetos deambula de plaza en plaza y actúa de forma reincidente sin recibir castigos severos.


 Y sí, es verdad que deben ser aquellos que directamente viven del toro quienes primero deben preocuparse muy seriamente por cortar con todos estos ataques y defender aquello que les da de comer. Pero a través de la Justicia y no a base de mamporros. Porque esto último es igualarse a quienes nos denostan y si algo diferencia al mundo que amamos de esa calaña es la torería. Y eso, se tiene o no se tiene y ellos están en las antípodas de lo que ese concepto abarca.